No dar pie con bola.
Ir de mal en peor. Que todo lo que podía salir bien, resulte un desastre. Y que todo lo que podía ir mal, acabe irremediablemente en catástrofe. Y en crescendo.
Que te lleguen malas noticias de donde menos lo esperabas, o de donde menos podía prever. Y que te afecten mucho, demasiado. Y que cueste no pensar en ellas.
Que la suerte te abandone y decida no acompañarte. Que la lluvia te pille en el peor momento. Que un día feo se alargue hasta hundirte en una mala racha. Que un día parezca peor que el anterior. Y el siguiente, mejor ni hablar.
Que te culpes de todo, incluso de lo que no te corresponde. Incluso de lo que no está en tus manos, lo que hacen otros, o lo que está fuera de tu alcance.
Que parezca que te haya mirado un tuerto. Tengas un mal de ojo. O cualquiera de esas cosas en las que no crees.
Esas y otras tonterías, para cuando tenemos un mal día, una mala época o un bajo estado de ánimo. O todo a la vez.
Nada que no pueda evitarse con un cambio de actitud. Con tomártelo con calma, en lugar de a la tremenda. Con tratar de encontrar algo bueno en todo lo malo. De encontrar algo que aprender para no volver a repetirlo.
Nada que no se olvide con alguna canción que te guste o con unos pasos de baile. Que si no se te dan bien, al menos, te puedas reír de ti.
Nada que no se pueda cambiar con el paso de unas horas. O al día siguiente. Que, por mucho que ahora lo parezca, un mal día no dura eternamente. Que a cualquier le pasa. Y cualquiera sale de ello.
Nada que no puedas contar y desahogarte. Aunque te cueste alguna o muchas lágrimas. Deja que te escuchen, te ayuden y te mimen. Deja que te inspiren y te hagan reír, aunque al principio no sea fácil.
Y respira.
La vida se reinicia cada segundo.
Patricia Ayuste.
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Marleah Make Up
29 mayo, 2014 a las 8:46 amHola!
Como dices, un mal día lo tiene cualquiera y, por experiencia te digo, que hay que ser positivo ante todo. Creo que de esta forma puede atraerse la buena suerte o, al menos, ves la vida de otro modo, con el vaso medio lleno en lugar de medio vacío.
Muchos ánimos y un besete!
Entre suspiros y un café
29 mayo, 2014 a las 1:22 pmEstoy completamente de acuerdo contigo, hay que ser siempre positivo. Un mal día no puede condicionarnos de manera que nos haga pensar de forma negativa, hay que seguir con optimismo.
¡Un abrazo muy fuerte!