Hazme reír

Hasta que me duela el estómago. Hasta que incluso llore de plena felicidad. Hasta que la carcajada sea de lo más sonora.

De buena mañana, que no hay mejor manera de empezar el día. De sentirse bien y quitar hierro a cualquier asunto. De pintar de color la vida, de contagiar felicidad y acortar distancias entre dos personas. De relajarse, disfrutar y dar una patada al estrés.

Porque cuando ríes, el mundo ríe contigo.

Hazme reír cuando veas que más lo necesite. Porque es fácil reír en los buenos momentos, pero hacerlo en los malos tiene más mérito. Porque reír enamora y atrae. Porque la risa ilumina y refleja la belleza del alma. Y es una de las más bellas formas de parar el mundo.

Porque no hay curva más bonita que la sonrisa.

Hazme reír para crear recuerdos. Para no olvidar que las cosas tienen solución, que el sol siempre sale y que hay cosas que solo tardan un poco más.

Hazme reír para no dejar ninguna sonrisa para mañana, pudiéndola dar hoy. Porque puede ser el mejor regalo. Porque es algo que no se pide, se da. Y porque hay sonrisas que lo cambian todo y mueven cielo, tierra y hasta el propio mundo.

Hazme reír, que mi sonrisa ilumine mi cara y no quepan dudas sobre ella. Que se dibuje de oreja a oreja. Que mis ojos la acompañen y que la tensión se difumine.

Hazme reír con una buena dosis de cosquillas. Y reiremos juntos. Como si no hubiera nada más importante que el aquí y el ahora. Porque no vale la pena complicar las cosas, mejor reírse siempre que se pueda. Desdramatizar más. Y terminar más risas con besos.

Hazme reír porque sí, por el simple disfrute de reír.

Hazme reír porque es gratis, porque no cuesta nada y, sin embargo, hace tanto bien. Porque la risoterapia debería ser un imprescindible de la vida. Dentro, fuera y a cualquier hora del día. Para contagiar a todo el que me vea.

Hazme reír porque una sonrisa, por poco que dure, se recuerda por mucho tiempo. Porque si sonríes a la vida, ella te lo devuelve multiplicado por cien.

Hazme reírme de todo y de nada, de todos y, sobre todo, de mí misma.

 

Patricia Ayuste.