Si fueras una historia, te leería despacio y me recrearía en cada capítulo.
Releería a menudo el principio para recordarme cómo fue todo. Cómo surgió la magia. Lo que éramos antes de. Cómo iniciamos lo que no sabíamos a dónde nos llevaría. Cómo empezó un viaje con el que no contaba y con el que, ahora, no me imagino sin.
Si fueras una historia pasaría con mimo una a una las páginas. Sin doblarlas. Sin descuidarlas. Sin adelantarme para ver qué vendría después, perdiéndome con ello lo que ocurría en ese preciso momento.
Me sumergiría, sin prisas, en cada palabra. En lo que dijimos, hicimos y lo que quedó pendiente. En la promesa de cada pasaje. En los giros de última hora, las soluciones cuando todo se volvió oscuro y los momentos en que parecía que nada pasaba, y pasaba todo.
Si fueras una historia sería esa que te hace evadirte de todo y que llena las tardes de domingo. La que ayuda a fantasear, dispara la imaginación y se llena de aventuras de lo más variopintas. Algunas mejores que otras. Pero que todas, a su manera, cuentan.
Serías lo que me hace reír con facilidad, comparte mi emoción y me seca las lágrimas. Lo que me haría sentir lo que no había sentido de ninguna otra forma. Lo que me haría suspirar con fuerza. Lo que me ayudaría a seguir adelante cuando todo me frena.
Si fueras una historia, sería la de alguien que vale la pena conocer. Tal cual eres. Con tus líneas escritas, tus páginas por llenar y tus misterios por desvelar. Con tus dudas sin resolver, tus arrebatos de pasión y los pasos impredecibles a seguir.
Nos emocionaríamos a la par. Recorreríamos de la mano los caminos que nos llevarían lejos, para volver a sentirnos cerca. Los caminos que nos llevarían de nuevo a nosotros.
Si fueras una historia, serías parte de la mía propia, al igual que yo de la tuya. Nos acompañaríamos aun sin estar juntos. Nos entenderíamos aun sin palabras. Nos cuidaríamos aun en la distancia.
Me ayudarías a decidirme. A tomar un camino y no otro. A no arrepentirme de haberme equivocado. A dar jaque mate. Y a aprender de mis propios tropiezos. A ver con otros ojos.
Si fueras una historia, sería una en la que valdría la pena creer. Y no pensar en su fin.
Patricia Ayuste.
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Pedro Fabelo
18 September, 2014 a las 8:28 amPrecioso texto. Es cierto que hay libros que enamoran. Y nunca se quejan, aunque los dejes en un estante muriéndose lentamente de polvo y olvido. Al contrario. Cuando vuelves a ellos siempre te reciben con las páginas abiertas de par en par. Porque ellos nunca se olvidan de quien un día los leyó. Y les encanta hacer felices a quienes deciden sumergirse en el embriagador aroma de las palabras que contienen. Un saludo.
Jaume Vicent
18 September, 2014 a las 9:32 am¡Así vale la pena ser libro!
Buena entrada, como siempre. Si cada uno fuésemos un libro, habría mucho cuentos chinos, alguna que otra comedia mala, dramones a lo Corín Tellado, panfletos, hojas en blanco y unas pocas, pero muy interesantes, grandes novelas.
Me gustan los cambios que has hecho,
¡Un abrazo!
Jaume.
Ola Blanca
18 September, 2014 a las 10:00 amQué bonito, Patricia :). Creo que a todo el mundo le gustaría la idea de ser un libro para que nos tratasen así y para ser capaces también de dejar esas sensaciones en los demás. Sí… no es una mala idea :).
Un beso.
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 11:24 amSe nota que te gusta leer, Pedro 😉 Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado.
Un saludo,
Patri.
alexia zumilka perez marte
18 September, 2014 a las 11:24 amExcelente entrada!! si fuera un libro, lo leería una y otra vez, hasta poder recitar toda y cada una de sus partes a ojos cerrados
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 11:26 amHabría todo tipo de historias, y eso es lo bonito, la variedad. Que seamos diferentes y a la vez iguales.
¡Muchas gracias Jaume! Llevaba tiempo dándole vueltas a la imagen del blog y estoy contenta con los cambio que he hecho ;9.
¡Un beso!
Patri.
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 11:29 am¡Muchas gracias Jennifer! Creo que a nuestro modo, cada uno es un libro con una historia propia que pasar. Por eso nos acercamos a veces a personas con historias parecidas a las nuestras y a veces arriesgamos a conocer a gente distina.
¡Un beso y gracias por tu comentario!
Patri.
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 11:31 am¡Muchas gracias Alexia! Eso es lo bonito de los libros, poder leerlos las veces que queramos y hacerlos tan nuestros como hubieran salido de nosotros mismos.
¡Un beso!
Patri.
Cecil Vedemil
18 September, 2014 a las 4:39 pmUau… Siempre he pensado que los libros sacan lo mejor de mi. Siempre que leo algo, creo un nuevo grupo de amigos entre los personajes, y cuando se acaba la historia me siento sola porque no tengo más. No se si me explico… jajaja
Te superas Patri, me has dejado sin palabras con esta entrada!!
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 5:22 pm¡Cecil eres un sol! Me ha emocionado tu comentario ;). Y sí que te entiendo. Me encanta sumergirme en la historia, vivirla como si yo fuera una de los protas y cuando lo acabo me queda un gran vacío… De hecho me cuesta unos días volver a coger otro libro jeje.
¡Un besazo guapa!
Patri.
Ana Martínez
18 September, 2014 a las 8:39 pmQue pedazo entrada!!
Jo claro que me gustaria ser un libro!
Y en manos siempre de alguien que supiera apreciarme.
Me has recordado con esta entrada a las sensaciones que dejo en mi, el ultimo libro del que pude disfrutar, no sabes lo feliz q me ha hecho recordar esa sensación.
Hasta dentro de un tiempo no podré disfrutar de la lectura, asi que cuando la eche de menos me volveré a leer esta entrada jajaja
Muchos besitos ♥
Entre suspiros y un café
18 September, 2014 a las 9:22 pmMe encanta recordar los libros que he leído y las sensaciones que me dejaron. Mientras los leo forman parte de mi vida 🙂
Un besazo Ana, no sabes lo que me alegra que te guste la entrada.
Patri.
Ein Tag mit Pepa
19 September, 2014 a las 11:15 ampero qué bonito,me ha encantado, un beso!
Entre suspiros y un café
19 September, 2014 a las 1:00 pm¡Muchas gracias guapa! Feliz fin de semana 😉
Patri.