Diciembre.
31 días para empezar a pensar en los últimos meses y en el próximo año.
Un mes para llenar de recuerdos, planes y buenos momentos.
Y aquí os dejo mi última lista de este año.
Una frase:
“La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos” (Gandhi)
Una propuesta:
Escribe tu carta de Navidad. Como cuando de pequeño le decías a Santa Claus o los Reyes Magos lo bueno que habías sido. Escríbela, plasma tus sueños y deseos. Guárdala hasta el próximo diciembre y comprueba lo mucho que te cambia la vida en apenas un año.
Un consejo:
Cómprate una agenda para 2015. Ya. Haz esa lista que haces todos los años, no la dejes para el día 31. Empieza a verlo. Empieza a cumplirlo.
Un plan:
Galletas de jengibre. Saca tiempo y ponte manos a la masa. Sorprenderás y darás una dulce alegría a aquellos que las prueben.
Una película: Love Actually
No podía faltar en estas fechas todo un clásico para romanticones, como yo. Una película cargada de buenas historias, de humor, esperanza e ilusión. Uno de mis momentos favoritos, el de Hugh Grant (Primer Ministro británico) bailando por la residencia presidencial.
Un capricho:
Nochevieja en París. Vale, igual no entra en tu presupuesto. Pero era eso, un capricho.
Lectura: El umbral de la eternidad (Ken Follet)
Desenlace de la trilogía The Century. Un verdadero paseo por la historia, con grandes personajes que nos harán vivir como propias sus luchas, sus logros y sus ideas. Una gran lectura y un gran regalo para estas Navidades.
Serie: Downton Abbey
Con una perfecta y cuidada puesta en escena, la historia nos lleva a principios del siglo pasado en una casa señorial inglesa. Reflejo de la sociedad, los conflictos y los acontecimientos de la época, seguro que el encanto de sus personajes, la ironía y el realismo de esta serie te cautivará.
Patricia Ayuste.
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Ein Tag mit Pepa
1 diciembre, 2014 a las 4:39 pmjijij, que buenas propuestas! Yo ya me he comprado la agenda, y mi nochevieja no será ni en París, ni Berlín, este an-o toca pasarla a la asturiana, y eso no es un capricho sino una enorme necesidad, que ganas, un beso!
Entre suspiros y un café
1 diciembre, 2014 a las 7:46 pmSuena a un fin de año prometedor 😉 Ya nos contarás por tu blog.
¡Un besazo guapa!
Patri.
Erika Martin
2 diciembre, 2014 a las 7:59 amque rapido ha pasado el año!! buenas sugerencias, Patri. Aunque yo me dejaré caer por Praga.
Besos!!
Pedro Fabelo
2 diciembre, 2014 a las 11:06 amHola, Patricia. De tus propuestas me quedo especialmente con dos. La peli y París. “Love actually” es de esas pelis que revisitas de vez en cuando y que te hacen reconciliarte con el género humano. Ya desde el inicio, con esa emotiva escena en el aeropuerto, la película te predispone para asistir a algo realmente maravilloso. “Love Actually” lo tiene todo: amor, humor, drama, emoción, alegría, tristeza, pasión, desengaño, infidelidad, reconciliación, amistad; y, además, tiene a ese loco maravilloso de Bill Nighy en su entrañable y adorable papel del viejo rockero Billy Mack, el “tío Billy”. Sus escenas son memorables y muy muy graciosas.
En cuanto a París, ¿qué te puedo decir? Para mí es la ciudad más hermosa del mundo. Cada calle, cada rincón, cada barrio de París tiene un natural encanto que hará que no la olvides mientras vivas. Si no has ido nunca te recomiendo que hagas lo posible y hasta lo imposible por visitarla algún día. Créeme, no lo olvidarás jamás.
Bonito post, por cierto. Un abrazo, Patricia.
Entre suspiros y un café
2 diciembre, 2014 a las 12:58 pmPasa volando Erika, al menos para mí. Que disfrutes de Praga, ya me contarás a tu vuelta qué tal la experiencia 😉
Un besazo,
Patri.
Entre suspiros y un café
2 diciembre, 2014 a las 1:04 pmToda la razón Pedro. Para mí París y Love actually son dos de mis debilidades favoritas. La primera porque es mi ciudad favorita, me enamoró desde el minuto cero en mi primer viaje. La peli, pues qué te voy a decir que no hayas dicho tú ya. Para mí lo tiene todo, como bien dices, y aunque he perdido la cuenta de las veces que la he visto, no me canso de volver a verla.
Un abrazo Pedro,
Patri.
Cecil Vedemil
3 diciembre, 2014 a las 2:51 pmClaro que sí, un diciembre sin ver Love Actually no es un diciembre de verdad. Con la agenda no tengo problemas, porque las escolares duran hasta junio/julio del 2015 jajaja. Ojalà pudiera pasar la nochevieja en Paris… seria perfecto. Me conformaré con comerme las uvas mirando la tele y comiendo galletas de gengibre una vez sea 2015 🙂
Besos, Cecil
Entre suspiros y un café
3 diciembre, 2014 a las 10:21 pmCreía que era cosa mía la afición que tengo de ver Love Actually cada Navidad, pero veo que es más común de lo que pensaba 🙂
¡Un abrazo Cecil! A llenar la agenda de objetivos para 2015.
Patri.