Dicen que, donde no puedes amar, es mejor pasar de largo.
Que los comienzos pueden ser muy prometedores y venir acompañados de fuegos artificiales. Pero no siempre cumplen las expectativas. Que muchos son pura fachada y detrás no hay nada que ofrecer.
Que es fácil empezar con ilusión y ver cómo se desinfla sin que puedas remediarlo. Que puedes empezar con una romántica idea y cambiar de parecer en cuestión de días, de peleas o de desengaños.
Que, a veces, es lo más necesario.
Que las apariencias engañan demasiado a menudo y que lo bonito del principio no siempre se mantiene hasta el final. Ni siquiera hasta el segundo capítulo. Que las vendas se caen solas y las verdades acaban saliendo a flote. Y se saben.
Y no siempre gustan. Y, con frecuencia, duelen mucho.
Que todos nos ponemos nuestras mejores galas en la primera mirada. Buscamos la palabra adecuada, el gesto que acorte distancias y la sonrisa que se quede en la retina. Pero que no siempre es suficiente.
Que no es cosa de ser perfecto, sino aceptar que no lo somos.
Que la cuestión es seguir siendo uno mismo, pero siendo dos. Es encontrar un abrazo donde sentirse a salvo. Es compartir para ser feliz por partida doble. Para estar menos triste. Para sentir que no debes morir por otra persona, sino vivir para disfrutarlo.
Que el amor no siempre se entiende, pero, si no se demuestra, no lleva a nada.
Que la verdadera prueba es poner distancia. Para saber si sí. O si no. Si hace falta, cosquillas o da pena. Si se quiere seguir el mismo camino o tomar la próxima salida. Que echar de menos y decir la verdad pueden ser las mayores muestras de amor.
Que si hay que forzarlo, no es amor. Es cualquier otra cosa. Que, si no es bonito, no vale la pena.
Que, al igual que las grandes victorias, no hay amor sin riesgo. Es poner todo por tu parte y saber que puedes salir perdiendo. Es dar a riesgo de quedarte sin nada. Es solo una palabra hasta que alguien le da sentido.
Que la cuestión es encontrar a quien te mire cuando tú has cerrado los ojos.
Que el amor puede ser una cita a tuertas o a ciegas, pero ciego es no apreciar a quien te ama de verdad.
Patricia Ayuste.
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Ola Blanca
4 diciembre, 2014 a las 8:52 amMe ha encantado, Patri! Una historia preciosa. Yo también soy de esas a las que les toca esperar y, a pesar de que a veces no gusta demasiado, es cierto que en determinadas ocasiones, ese ratito a solas, si lo aprovechamos, nos brinda la oportunidad de soñar un poquito con lo que está por venir :).
Un beso!!
Ein Tag mit Pepa
4 diciembre, 2014 a las 9:49 amoh parece que la cita a tuertas, al final no fue tan tuerta. Me quedo con ganas desaber algo más, un besín!
Jaume Vicent
4 diciembre, 2014 a las 10:30 amYo tengo una historia muy parecida a la tuya. Estas cosas suceden siempre así, siempre es quién menos piensas, quien menos “te pega”…y siempre resulta igual de maravilloso llevarle la contraria al universo.
¡Genial, como siempre!
Un abrazo Patri.
Entre suspiros y un café
4 diciembre, 2014 a las 12:56 pmGracias Jennifer, veo que eres tan soñadora como yo y que aprovechas cualquier momento para dejar volar la imaginación 😉
¡Un besote!
Patri.
Entre suspiros y un café
4 diciembre, 2014 a las 12:58 pmLa cita empezó algo tuerta pero acabó con los ojos bien abiertos. Dejó la continuación para próximas entregas 🙂
¡Un besazo guapa!
Patri.
Entre suspiros y un café
4 diciembre, 2014 a las 12:59 pmEntonces comprenderás tan bien como yo, lo bonito que es vivir experiencias de este tipo. Que vale la pena la espera, llevarle la contraria al universo como dices.
¡Gracias Jaume! Un beso,
Patri.
Pedro Fabelo
4 diciembre, 2014 a las 3:31 pm¿Y aún te preguntas porqué te considero merecedora de un premio Liebster Award? Sólo hay que leerte para saberlo. Enhorabuena y gracias por estos ratitos. Un saludo.
claudiabr1994
4 diciembre, 2014 a las 8:05 pmAunque yo, a diferencia de ti, sea la persona más impuntual del mundo, soy muy soñadora y me ha encantado la historia, de esas que acabas contando a tus hijos jajaja! Un saludo 🙂
Entre suspiros y un café
5 diciembre, 2014 a las 7:44 am¡Ay Pedro! Me acabas de subir la moral y sacar los colores… Gracias por dedicarme estos ratitos y leerme, de verdad.
Un abrazo,
Patri
Entre suspiros y un café
5 diciembre, 2014 a las 7:45 am¡Gracias Claudia! La persona soñadora lo es tanto si está esperando, está viendo la tele o esté haciendo lo que sea que esté haciendo ;). Me alegra que te haya gustado la historia 🙂
¡Un beso!
Patri.
Marleah Make Up
6 diciembre, 2014 a las 2:48 pmRecuerdo una cita a tuertas que tuve en mi época de la universidad. Una cita a tuertas en toda regla.
Yo sabía quién era él, pero él casi no sabía quien era yo. Una amiga le dio mi número y curiosamente me llamó para quedar. Tendría intriga el chico de saber quién era. Y sentí lo mismo. Llegar antes, pensar por dónde iba a venir,… miles de cosas pasan por la cabeza en esos minutos de espera. Después, vivir esas charlas mientras se toma un café. No llegó a nada esa historia, pero la recuerdo con cariño.
Muy buen post, xiqueta. Besos!
Little Liar
6 diciembre, 2014 a las 11:47 pmAggggrrrr ¡Como puedes ser tan mala y dejarme con la miel en los labios! Ups, antes que nada ¡Holi! Siento haber sido tan lanzada pero esperaba, e iba buscando también he de decirlo, esa conversación melosa entre dos enamorados un tímido hola, unas miradas cómplices de los piropos, los gestos propios de personas que se atraen y se gustan, ¡aaagggrrr! Tendré que volver a pasarme, no. Mejor dicho me obligaré a volver a pasarme y leer como continua esto ¡Lo haré!
Espero que tengas un buen fin de semana y puente.
¡Un besazo guapísima!
Entre suspiros y un café
7 diciembre, 2014 a las 11:59 amYo también me acuerdo de tu cita a tuertas… ¡Lo que ha llovido desde entonces! A ver cuándo nos tomamos ese café y recordamos batallitas 😉
¡Un besazo guapísima!
Patri.
Entre suspiros y un café
7 diciembre, 2014 a las 12:05 pm¡Muchas gracias! No eres la única que quiere saber cómo continúa, tendré que preparar la continuación por entregas… jeje
¡Feliz puente! A aprovechar lo que aún queda de él 😉
Patri.
Blue Butterfly
7 diciembre, 2014 a las 7:05 pm¡Hola!
Te he nominado al TAG de la Navidad. (http://bluebutterflyblogoficial.blogspot.com.es/2014/12/tag-navidad.html)
Espero que te animes a hacerlo y que te guste. 🙂
Blue Butterfly
PD: Espero la segunda parte de esta historia… ¡con ansia! 😉 Muy bien escrita. ¡Enhorabuena!
Cecil Vedemil
8 diciembre, 2014 a las 4:23 pmApunto mi nombre a la lista de los que piden la segunda parte. Es una historia preciosa, de las que te hacen creer en el amor aunque sea tan solo por unos minutos, mientras la lees.
Un beso Patri!
Cecil
Entre suspiros y un café
8 diciembre, 2014 a las 11:05 pm¡Muchas gracias por pensar en mi blog! Es todo un honor.
Ya estoy pensando en la continuación, ¡veo que ha gustado!
Un beso,
Patri.
Entre suspiros y un café
8 diciembre, 2014 a las 11:07 pmMi Cecil, siempre con bonitas palabras hacia mí y hacia mi blog, ¡gracias guapa! Sí, la historia hace creer en el amor (que lo hubo). Y sí, habrá continuación 🙂
¡Un besote enorme!
Patri.
Ratones y Botones
11 diciembre, 2014 a las 9:11 pmAinss yo también quiero conocer el final. Qué historia tan buena. Un beso
Entre suspiros y un café
14 diciembre, 2014 a las 5:58 pm¡Gracias Marta! Me alegra saber que te gusta la historia, mi historia. Me voy a poner a escribir la continuación ya 🙂
¡Un beso!
Patri.
Rubén M. Mayo
22 diciembre, 2014 a las 10:51 pmMadre mía, enhorabuena Patricia, porque éste es un “Señor escrito”. De verdad te lo digo. Y te lo dice alguien que se despista cuando pasa una mosca, jejeje Me ha enganchado mucho 🙂
Entre suspiros y un café
28 diciembre, 2014 a las 10:15 amjajajaja. ¡Gracias Rubén! Todo un halago y más viniendo de un gran escritor que en breve verá publicada su obra 😉
¡Un beso enorme!
Patri.