Amberes, en flamenco Antwerpen (ant = mano, werpen = lanzar).
La fuente de Brabo, situada en la Grote Markt (Plaza Mayor) de Amberes, cuenta la leyenda de Druon Antigoon, un temido gigante que sometía al pago de un peaje a todo el que quisiera atravesar el puente sobre las aguas del río Escalda. Habitaba en el castillo a orillas de dicho río y castigaba cruelmente al que no pagaba cortándole la mano y lanzándola al río.
Hasta que un buen día, un centurión romano llamado Silvius Brabo se enfrentó al gigante cansado de la enorme injusticia. No sólo lo venció, sino que le cortó la mano y la lanzó al río, dejando libre a la ciudad de aquella pesadilla.
La fuente de Brabo refleja ese preciso instante de la victoria del capitán romano Brabo. Ubicada en la irregular plaza del Mercado, se encuentra rodeada de fachadas renacentistas del siglo XVI y XVII donde se ubicaban los principales gremios.
Los orígenes de la plaza se remontan a 1220, cuando Enrique I de Brabante donó unos terrenos para realizar la feria anual de la ciudad. La ciudad prosperó y el lugar se convirtió en uno de los principales lugares de intercambios comerciales del mundo.
Patricia Ayuste.
2 Comentarios
nereariveiro
14 noviembre, 2015 a las 12:20 pmLas fotos son increíbles.
Y dan mucha envidia (y no de la sana).
🙂
Entre suspiros y un café
17 noviembre, 2015 a las 6:31 pmjajajajajaja. ¡Lo sé! Yo también siento envidia cuando veo fotos de viajes. Sea a donde sea, ¡me pierde viajar!
Un saludo 😉