Dicen que las cosas terminan para poder comenzar de nuevo.
Que la vida, en ciertos momentos, te frena en seco. De golpe. Cuando sentías que estabas a punto de estamparte y no eras capaz de frenar por ti. Cuando sentías que la adrenalina alcanzaba cotas máximas y que la presión que llevabas encima estaba demasiado próxima a sobrepasarte.
Y a estallarte en la cara.
Cuando todo se había convertido en un sinsentido, corrías sin saber bien el porqué y sentías que no llegabas a nada. O casi. Cuando no sabías bien qué buscabas, pero sentías que algo fallaba. Cuando notabas que tenías que parar pero no veías la manera.
Y es en esos momentos en que todo frena, cuando te atreves a abrir los ojos. Los que habías cerrado para no ver el desastre que se aproximaba. Y es entonces que percibes cómo encogías los hombros y lo fuerte que apretabas los puños. En señal de tensión. De autodefensa. De frustración.
Cuando por fin te atreves a soltar el aire, a mirar a ambos lados y a comprobar que la vida sigue. Y que hay colores más allá del gris y del negro que te empeñabas en ver a tu alrededor.
Cuando comprendes que la vida es algo más que tachar los días del calendario, que correr detrás de autobuses y que soplar velas de cumpleaños. Que es algo más que aguantarte las ganas, que contarte mentiras cuando no te atreves o que dejar tus sueños para cuando encuentres el modo de lograrlos.
Es algo más que esperar mientras los días pasan sin pena ni gloria.
Cuando comprendes que la vida solo te lleva a donde quieres ir, cuando tienes las ideas claras. Y pones todo tu empeño en ello. Y te tragas cualquier absurda excusa. Cuando no te dejas amedrentar aunque las cosas se pongan feas. Aunque el horizonte se vea oscuro. Aunque el camino se bifurque en demasiadas opciones como para saber cuál elegir.
Por infinitas que sean las veces que necesites resetear.
Porque habrá momentos, muchos, en los que desearás resetear. Pasar página. Olvidarte. Bien porque no te gusta hacia dónde vas. O bien porque el resultado que crees que te espera al final no te encaja. O bien porque el viaje no está siendo lo que creías. O porque, en algún momento, cambiaste de ideas y tienes nuevos planes.
Y comprobarás también que no siempre es fácil resetear así, de buenas a primeras. Hacer como que no ha pasado nada. Dejar a un lado los fallos, las equivocaciones y los kilómetros recorridos. Mantener la esperanza de llegar intacta. De lograrlo. De vencer. No arrepentirte de nada, del resultado, de los pasos en falso.
Pero dicen que quien no arriesga no gana.
Que no siempre es posible empezar desde cero, poner punto final o resetear lo que no funciona. Pero hay que intentarlo al menos.
Intentar vivir tu propia historia. Hacen borrón y cuenta nueva. Empezar con buen pie. Arriesgar a pesar de los peros, asumir las consecuencias y aprender sea cual sea el resultado.
No conformarte con menos y sobrellevar las malas rachas. Sabiendo que todo lo malo, igual que llega, se va.
Y que, cualquier momento, es buen momento para empezar de nuevo.
Patricia Ayuste.
13 Comentarios
elbauldelasvidas
19 septiembre, 2016 a las 6:12 pmPara mí este post es como muy personal. Resetear una vida entera… Sí, se hace con miedo porque no sabes qué te espera, pero merece la pena todo. Hasta el miedo que se instala en los huesos. La adrenalina y el cosquilleo en el estómago. Merece la pena.
A veces, los frenos en seco son para arrancar bien de una vez por todas.
Un besazo!
Genial post! 😀
Entre suspiros y un café
19 septiembre, 2016 a las 9:26 pmParece que nos leemos la mente ultimamente, ¿verdad? 😉 Gracias por leerme Dani, espero que en tu viaje estés enfrentando y superando todos los miedos que te hayas propuesto dejar atrás.
¡Besotes mil!
El portaminas negro
19 septiembre, 2016 a las 6:25 pm“Por ver su valor a tiempo. Perder para ganar.”
De veras te digo que me he visto identificado en todos y cada uno de los magníficos párrafos que has compuesto. Posiblemente peque de egocéntrico pero siento realmente que este escrito va directamente dedicado para mí. Que no me vendría nada mal aplicarme algunas ideas.
Mis más sinceras felicitaciones por esta joya 🙂
http://viveynosobrevivas.blogspot.com.es/2016/09/preso-en-tu-reloj.html
Un abrazo!
Entre suspiros y un café
19 septiembre, 2016 a las 9:28 pm¡Muchas gracias! No te imaginas lo feliz que me hace que te hayas identificado con mi texto, señal de que estás poniendo tu vida patas arriba para ir a mejor 😉
¡Un abrazo!
Patri.
belengonzalezal
19 septiembre, 2016 a las 6:39 pmAiiis!!! ? me alegras los días de verdad. Sé que siempre te digo lo mismo pero para mi son tan necesarias tus palabras… me dejan nueva! Gracias hoy y siempre. Muaa guapa ?
Entre suspiros y un café
19 septiembre, 2016 a las 9:31 pm¿Sabes lo que me gusta leer tus comentario? No me gustan, ME ENCANTAN.
Gracias Belén, tus palabras siempre son un aliento a seguir compartiendo mis pensamientos.
¡Un besote bien fuerte!
mialmarural
19 septiembre, 2016 a las 7:13 pmResetear una y mil veces hasta que nuestra vida nos guste de verdad. Para llegar a donde queremos hay que seguir andando sin parar.
Un post lleno de fuerza. Gracias por compartirlo con todos nosotros.
Un saludo.
Entre suspiros y un café
19 septiembre, 2016 a las 9:35 pmGracias a ti, por dedicarme tu tiempo, leerme y dejarme tan bonitas palabras.
¡Un beso grande!
Patri.
Conxita
23 septiembre, 2016 a las 5:15 pmSi siempre haces lo mismo acaba pasando lo que ya sabes… Ese resetear va en la línea de atreverse, de cambiar, de hacer cosas diferentes para provocar otras distintas.
Interesante, se gana cuando uno se atreve a arriesgar porque ye que aquello (lo que sea) no va.
Buena reflexión Patri
Entre suspiros y un café
3 octubre, 2016 a las 9:05 pm¡Muchas gracias Conxita! ¿Cómo va el recién estrenado mes de octubre? ¿Algún reseteo a la vista?
Un beso fuerte.
Gracias – Entre suspiros y un café
31 diciembre, 2016 a las 6:21 pm[…] perderme a mí misma, a saber soltar apegos que me atan y me sobran, a saber dejar atrás. Que para volver a empezar, hay que soltar. Que sólo dejando atrás lo viejo tiene cabida lo nuevo, puede llegar. Y quedarse. […]
Eva Rodriguez
6 noviembre, 2018 a las 11:43 pmLo he encontrado por casualidad y solo decirte que me ha aportado mucho. Gracias
Patricia
7 noviembre, 2018 a las 12:22 am¡Gracias Eva! Bienvenida, todo un placer saber que te ha gustado.
Saludos, Patricia.