Hoy os dejo con una colaboración muy especial. Mi querida Elvira, de Compartiendo Macarrones ha querido compartir su propio texto en mi blog. Y sólo espero que os guste tanto como a mí.
¡Gracias Elvira!
¿Dónde estás?
Qué duro es echarte de menos cuando te tengo aquí a mi lado. Y no sé muy bien quién eres, no sé cuándo te has perdido, ni dónde puedo encontrarte. Sólo sé que quiero que vuelvas, porque este desconocido que tengo al lado me mira pero no me ve, me está llenando de invierno. Y estoy helada.
No te haces una idea de lo duro que es echarte de menos aquí, a tu lado. Porque todos los días te veo y, aunque a ratos me hablas y a ratos me ignoras, apenas noto la diferencia. Y ahora, simplemente, no quiero esta nueva versión de ti, barata y chapucera, que no me gusta y que me tiene descolocada. En qué momento te me han cambiado, porque no te conozco y, por mucho que te miro, no entiendo cuándo dejaste de ser tú para ser otra persona. ¿Qué te ha pasado? ¿Qué ha cambiado? No te haces idea de lo sola que me siento cuando estoy contigo, pero sin ti.
Qué duro es echarte de menos teniéndote aquí
a mi lado. No sé si hay otra persona que te roba el sueño, no sé si son tus sueños los que te me han robado, y ahora son otras cosas las que rondan por tu cabeza. No sé qué pasa, no sé qué piensas. Y lo único que cada vez tengo claro es que no creo que pueda seguir así mucho tiempo más, porque cada segundo me quita las fuerzas. Porque quererte todos los días y llorarte todas las noches, me está dejando sin aliento. Ojalá pudiera echarte menos para siempre, pero mi cuerpo, mi cabeza, y todo el amor que me tengo, sencillamente, no pueden más.
Así que vuelve. Reacciona. Necesito que hab
les, que digas qué piensas. Necesito que me quieras bien o más bien que me lo demuestres. Y si no vas a volver, si no vas a quedarte, sólo quiero la verdad. Como siempre digo, el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Así que no me importa lo dura que sea, no importa lo mucho que te joda afrontarla o el miedo que te dé, pero no quiero mentiras, nadie en mi vida es imprescindible excepto yo misma.
Toma una decisión o yo la tomaré por ti. Haré de todas mis necesidades prescindibles y dejaré de echarte de menos. Dejaré de mirarte, de agarrar fuerte tu mano, de hacerme preguntas y buscar respuestas sin sentido. Dejaré de darte los buenos días y malgastaré todos los besos que me sobran todas las noches. Dejaré de esperar, de ser nada tuyo, dejaré de estar. Y tal vez el invierno llegue para ti y no habrá sol que caliente tus penas.
Pero no puedo seguir aquí, a tu lado, echándote de menos.
Elvira, de CompartiendoMacarrones.
4 Comentarios
Arpon Files
23 junio, 2017 a las 7:39 pmUna historia común tal cual y a la inversa. Un abrazo
Entre suspiros y un café
24 junio, 2017 a las 4:18 pmY tan común… Gracias por leer y comentar 😉
¡Feliz fin de semana!
Miss Poessía
4 julio, 2017 a las 9:24 pm¡Hola, Patricia!
He llegado a este rinconcito de magia gracias a las casualidades de la vida, pero he de decirte que me ha encantado. Me ha encantado el título, el diseño y sobre todo – y más importante – lo mucho que transmiten las palabras que hay aquí escritas. Gracias por compartir todo lo bonito que llevas por dentro, se nota que escribes desde el corazón.
En cuanto al post, me ha encantado. Sigo a Compartiendo Macarrones desde hace bastante tiempo y la verdad es que es un blog genial, te agradezco que lo hayas compartido porque me has hecho reflexionar y sentir muchas cosas. La verdad es que no hay nada peor que echar de menos a alguien que está al lado de nosotros, echar de menos la versión de la persona que fue cuando la conocimos…
Ha sido un auténtico placer leerte, de verdad, espero poder pasarme más a menudo porque realmente merece la pena. Y, con tu permiso, me quedo por aquí.
¡Un abrazo enorme!
Entre suspiros y un café
5 julio, 2017 a las 8:13 pm¡Y eres más que bienvenida! Gracias por llegar, leer y querer quedarte, un placer.
Gracias por tus bonitas palabras, es motivador y gratificante saber que mis palabras transmiten y llego a las personas de manera profunda.
Un beso enorme,
Patricia.