Qué bonita la vida, cuando te dejas sorprender.
Cuando cierras los ojos y te concentras en ese preciso momento. No por miedo. Ni para protegerte. Ni para evitar ver lo que se avecina. Ni para huir de ti mismo. Los cierras. Y dejas todo lo demás fuera, bien lejos, a una distancia prudente. Para dejarte llevar. Para permitirte sentir hasta en la última célula de tu piel. Para exprimir cada segundo. Para que no haya nada que te robe ese instante. Para no perderte ningún detalle.
Qué bonita la vida, cuando te dejas querer.
Con todos tus pros, contras y peros que valgan. Con todos tus días, tanto los buenos como los no tan buenos. De principio a fin. Hasta en los momentos en que no te soportas ni a ti mismo. Hasta cuando tu ilusión se esfuma y te quieres perder con ella. Y, sin embargo, te dejas querer. Sin poner resistencias. Sin exigir nada a cambio. Sin imponer ni pedir. Siendo tú. No fingiendo ser ninguna otra persona.
Qué bonita la vida, cuando quieres con todo tu ser.
Cuando quieres, con todas las letras. Con todos los puntos y sus respectivas pausas. Con cada mayúscula y todos los signos de exclamación, sin excepciones. Cuando, simplemente, quieres. Sin darle importancia a lo que otros piensen, o digan, o pretendan hacer. Sin darle importancia a lo material. Cuando das lo mejor de ti, siempre, ante cualquiera. Ante todos.
Qué bonita la vida, cuando dejas que las cosas pasen.
Cuando sueltas amarras. Cuando dejas de preocuparte. Cuando pasas a la acción o dejas de poner barreras. Cuando disfrutas de lo fácil, lo sencillo, las pequeñas cosas. Cuando aceptas lo que viene y no esperas otra cosa. Cuando sabes apreciar todo lo que tienes, todo lo que eres. Y los aprecias de veras. Y te deleitas con ello. Y contigo.
Qué bonita la vida, cuando abres los brazos.
A todo lo que llega. A todo lo que parece que va a llegar. Llegue o no finalmente. A todo el que quiera estar. A tu lado. Contigo. De tu mano. O mirándote avanzar. A los que te regalan su cariño infinito, o hasta dónde saben dar. A los que te enseñan, sea o no la lección más dura de tu vida. A los que te hacen reír. Y hasta a los que te hacen llorar. Porque todos, de alguna manera, te aportan valor.
Qué bonita la vida, cuando eres feliz.
Y no hace falta que presumas de ello. Porque se te nota. Porque tu mirada, tu cuerpo, cada gesto, lo que dices y lo que no… Te delatan. Lo transmites. Lo contagias. Cuando lo eres de verdad, y no sólo pretendes serlo. O aparentarlo. Cuando tienes un “algo”, que cualquiera quiere para sí. Cuando sabes el porqué de tu felicidad,… y cuando no.
Qué bonita la vida, cuando estás en paz.
Cuando estás justo donde quieres estar. Ni más lejos ni más cerca. Cuando no deseas estar en ningún otro lugar. O queriendo estarlo, sabes que lo estarás. Cuando no deseas ninguna otra cosa, ninguna otra compañía, ninguna otra promesa. Cuando pisas el camino que soñabas. Y no quieres que se acabe.
Qué bonita la vida.
Cuando es tuya.
Patricia Ayuste.
11 Comentarios
nere941
27 julio, 2017 a las 7:31 pmQue bonita la vida cuando puedes leer cosas tan bonitas como esta.
Un beso enorme 🙂
Entre suspiros y un café
27 julio, 2017 a las 7:58 pmY más bonita todavía con comentarios tan maravillosos como el tuyo.
¡Mil gracias! Un beso grande 😉
Javier - Ventura Sensitiva
27 julio, 2017 a las 9:02 pmQué gran dosis de inspiración Patri… Palabras preciosas que llegan en el momento justo.
¡Un súper abrazo!
Entre suspiros y un café
3 agosto, 2017 a las 6:33 pm¡Cómo me alegro Javi! Espero estés disfrutando de un maravilloso verano y buscando inspiración e ideas para regalarnos en tu blog 🙂
¡Un beso grande!
bienestardesdetucasa
27 julio, 2017 a las 10:36 pmMe encanto. Aplico esta filosofia de vida. Y dia a dia todo sale mejor
Entre suspiros y un café
3 agosto, 2017 a las 6:37 pmCon paciencia y como bien dices, día a día las cosas van saliendo.
¡Un abrazo!
Patricia.
lucesysombras
18 agosto, 2017 a las 8:20 amla cancion de Dani es la compañera perfecta para la LETRA
Entre suspiros y un café
18 agosto, 2017 a las 2:41 pmGracias por leer 🙂
Un saludo,
Patricia.
lucesysombras
18 agosto, 2017 a las 6:22 pmDe nada
Un placer
?
ComiéndomeElCoco
25 agosto, 2017 a las 3:03 pm“A los que te enseñan, sea o no la lección más dura de tu vida. A los que te hacen reír. Y hasta a los que te hacen llorar. Porque todos, de alguna manera, te aportan valor.” ¡
¡Cuánta verdad hay en esto! ¡Qué bonito lo que has escrito!
Entre suspiros y un café
25 agosto, 2017 a las 4:16 pm¡Mil gracias! Me gusta saber que te ha gustado leerme.
¡Un abrazo!
Patricia.