Entre Suspiros y un Café
Refugio emocional

El sol siempre sale

Dicen que si quieres disfrutar del arcoíris, antes has de soportar la tormenta.

tormenta

Esperar a que escampe un poco, a que las nubes se diluyan y el cielo se aclare. A que termine el caos, el ruido, la oscura noche. A poder andar sobre el barro, sobre las arenas movedizas y sobre la tierra mojada. A que se sequen tus mejillas. A que se te calme el temblor de rodillas.

A que las bofetadas de la vida dejen de escocerte.

Tratar de no perder la fe mientras la lluvia cae. Ni antes ni después de la tormenta. Esforzarte por mantenerte en pie y por seguir pisando con ganas. En aprender a guiarte por tu instinto y no dejarte tumbar por el viento. A mirar hacia el frente y no girar la cabeza a lo que ya no tiene remedio. A no cerrar los ojos a lo que tienes delante ni el corazón a lo que te grita por dentro.

Y cambia de planes cuando así lo sientas. Y no sólo por miedo.

Olvida el temor a que el aire se vuelva demasiado frío y los abrazos pierdan refugio. A que duela mucho. A que sea insoportable. A que el resultado sea todo lo contrario de lo que esperabas. A que sientas que te hundes en un pozo y que te arrastra el vacío. A que la luz se apague, a que las cosas se vuelvan demasiado feas o a que tu vida pierda todo el sentido. Que rara vez pasa.

Que nuestros mayores temores no suelen cumplirse nunca.

Recuerda que, a pesar de las vueltas, las caídas y los gritos, la vida siempre sigue. Que es posible –y necesario- dejar atrás tus peores pesadillas. Iluminar tus sombras. Entender y llenar tu vacío. Que no has de silenciar tus miedos, sino dejar de alimentarlos. No dejarlos en la cuneta, sino hacerles frente para vencerlos. Y que es bueno saber reírte de ellos. Demostrarte que nada te para si así te lo propones y que puedes avanzar a pesar de las malas experiencias que cargas en la espalda. A pesar de todo lo que tienes en contra. A pesar de los galimatías en que tropiezas.

vida

Que puedes –y te debes- una oportunidad más y no perder la ilusión.

Aceptar que el mundo sigue girando a pesar de que ciertas cosas, conversaciones o personas no tengan ni pies ni cabeza. Aunque sientas que tienes demasiados frentes abiertos y las de perder. Incluso cuando creas que ya has perdido. O que la remontada es más bien imposible. O cuando dudes de si el esfuerzo vale o no la pena.

Que una nueva oportunidad siempre está más cerca si sabes cómo armarte de paciencia. Esperar sin desesperar. Si no pretendes gustar a todos a toda costa, sino a ti. Si aprendes de tus errores y no te fustigas por aquello que no sale. Si disfrutas incluso de las nubes, de la tormenta y de cada pequeño instante.

Si aprendes de una vez a no llegar a todo, sino a lo que de verdad importa.

Si aceptas que las cosas cambian, a mejor, si te centras en lo importante y aprendes a qué decir no. Si eliges bien, siguiendo lo que te dictan cabeza y corazón. Si aceptas que no siempre tendrás respuestas pero que seguir tu instinto es siempre una apuesta acertada. Si dejas de dar tantas vueltas y te detienes a escucharte.

Si optas siempre por lo que te acelera el pulso e ilumina tu mirada.

Y es que la vida sigue siempre que no te olvides de ti. Siempre que te pongas delante de todo cuando así lo necesites, que te priorices, que te des la mano. Siempre que recuerdes tus sueños, tus pasos, tus latidos. Siempre que no te dejes a un lado. Ni te hagas de menos. Ni te riñas de más. Siempre que aprendas a apreciar cada nuevo amanecer. Siempre que veas cada día como una nueva oportunidad. De empezar. De arreglar las cosas. De disfrutar de lo que ya eres.

De vivir con más intensidad.

sol

Que la vida te sonríe cuando sabes de quién rodearte. Cuando tienes en quien apoyarte, en quien confiar y quien te abrace. Cuando tejes una red que te cuide cuando lo necesites y junto a la que saltar cuando así lo quieras. Cuando tienes a quienes son migas de pan cuando el camino se borra. Quienes te hacen sentir bien incluso al final de un mal día.

Quienes te hacen sentir querido. Afortunado. Y en casa.

Quienes te recuerdan que la tormenta siempre pasa, que los charcos se secan y que el viento se calma.

Que nada dura toda una vida.

Y que el sol siempre sale.

Siempre.

Patricia Ayuste.

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4 Comentarios

  • Responder
    Pepa
    18 febrero, 2022 a las 4:29 pm

    No podría estar más de acuerdo.
    Un abrazo desde Berlín.

  • Responder
    Mol
    26 junio, 2022 a las 3:43 pm

    Totalmente de acuerdo pero.. que cansada estoy de tanta tormenta.. Me gusta leerte, Patricia. Un abrazo

    • Responder
      Patricia Ayuste
      26 junio, 2022 a las 3:51 pm

      Sin tormentas no habría arcoíris 😉.
      Gracias por leer, ¡me alegra que te guste !

  • Responder
    Mol
    26 junio, 2022 a las 4:00 pm

    Tienes toda la razón!:) gracias a ti por compartir

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