Entre Suspiros y un Café
Sueños

Imposible es lo que no se intenta

Hay quien defiende que quienes creen a ciencia cierta que algo es imposible por completo no deberían ni interrumpir, ni molestar a quienes ya trabajan en ello.

Y a quienes están a punto de lograrlo.

imposible

Porque es cierto que hay situaciones con muy pocas posibilidades de suceder, cimas a las que no cualquiera puede llegar y sueños que son complejos de alcanzar, ya sea porque hay circunstancias que no están en tus manos, porque el azar o la suerte juegan un papel importante o porque hay muchos factores externos en juego.

Pero también es cierto que sólo cuando intentas una y otra vez lo imposible, consigues que lo posible se abra paso.

Cuando aceptas que, en ocasiones, abandonar es causa de fuerza mayor, por mucho que te cueste comprenderlo. Quizá porque no es tu momento y toca esperar, porque algo esencial te falta o porque te sobra algo que cargas y que te impide estar donde deberías estar. Quizá es porque hay algo que no has hecho bien hasta ahora y debes cambiar, por algún paso que te has saltado de camino o quizá se trata de algún cartucho que has quemado antes de tiempo.

A menudo no es tanto que el obstáculo sea difícil, sino que es cuestión de tener la fuerza de voluntad por las nubes.

La misma que te impide bajar los brazos o rendirte demasiado pronto. La que te ayuda cuando el miedo es demasiado grande, cuando la pereza es demasiado fuerte o cuando la inseguridad es demasiado profunda. La fuerza que te empuja incluso cuando todo está en tu contra, las probabilidades de que triunfes son más bien bajitas y el fracaso puede suponer un revés difícil de superar.

Ten más presente que, porque algo sea difícil no significa que sea imposible.

Es fácil, también, que haya días en que pienses en abandonarlo todo y huir bien lejos. En dar un paso atrás primero y, después, muchos otros. Para poner distancia con ese sueño que antes te robaba suspiros y que ahora te trae de cabeza. El mismo al que has cogido miedo, sientes que no vas a lograrlo nunca o que, incluso, es demasiado ambicioso para ti y te viene hasta grande. Creer que al cortar por lo sano, cerrar tus planes con llave y tirarla al fondo del mar puedes pasar página antes.

Como si fuera sencillo olvidar aquello que no te deja dormir por las noches y de día te mantiene en una nube.

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Porque lo valiente es seguir soñando incluso cuando no ves nada delante tuyo. No desanimarte cuando tus propósitos fallan y las soluciones no llegan. Es saber remontar el vuelo hasta con el viento en contra y aprovechar cada soplo de aire para mantenerte en movimiento. Es recordarte cada mañana el motivo que te ayuda a levantarte y darle las vueltas que sean necesarias para ir a por ello. Es mantener la chispa de la esperanza y creer que todavía te quedan muchas oportunidades por delante y cartuchos por quemar.

Es recordar que vivir es una aventura que comienza con la osadía de atreverte a soñar.

Como valiente es superar la inseguridad que te bloquea la gran mayoría de veces. La sensación de inferioridad, de no ser suficiente o de no dar la talla. Las dudas que te asaltan, las expectativas irreales, tuyas o de quien sea, o las exigencias que te autoimpones y que, casi siempre, son desorbitadas.

Que sepas, por si nadie te lo ha dicho nunca, que la inseguridad mata más sueños que el fracaso.

Y que la suerte no lo es todo. Porque importa más que mantengas siempre tu ilusión intacta pase lo que pase fuera, que no pierdas de vista los motivos que te animaron a empezar, sean lo que sean, y que te recuerdes, todas las veces que sean necesarias, que tus límites son más mentales que reales. Que encuentres tu equilibrio, la fuerza necesaria en cada momento y el descaro para lograr lo que te propongas.

Piensa que lo único imposible es aquello que no intentas.

Mientras que si crees en ti… estás un poco más cerca de lograrlo. Si te convences de que eres capaz. Si apuestas por tus virtudes y no permites que tus defectos te definan. Si mantienes la esperanza. Si te enfocas en lo positivo y en lo probable y dejas apartado todo lo que te aleje de tu propósito. Si sigues la brújula de tu intuición, de tus sueños y de tu convicción.

No olvides que no se puede derrotar a quien nunca se rinde.

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Y no olvides tampoco a tus aliados. A esas personas en quienes puedes apoyarte, a quienes puedes confiar tus planes y junto a quienes puedes seguir soñando. Quienes son el impulso que necesitas en un momento dado. Quienes son faro, estrella y guía cuando dudas o cuando te pierdes. Quienes son el mejor combustible, el más grande sostén y el refugio idóneo cuando necesitas poner en orden tu vida.

No puedes elegir quién se cruza en tu camino, pero sí a quién se queda contigo para recorrerlo.

Como también puedes elegir dar lo mejor de ti en todo momento. Poner todo de tu parte para no arrepentirte nunca de no haber hecho esto o aquello, de no haberlo intentado suficiente, de no haberte esforzado por alcanzar lo inalcanzable.

Recuerda que cada pequeño paso que das hacia tus sueños te acerca un poco más a ellos.

A esa magia que hace que una historia merezca la pena ser contada.

No en vano dicen que lo imposible es tan sólo falta de imaginación.

Y que hay sueños que parecen imposibles… hasta que los logras.

 

Patricia Ayuste.

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2 Comentarios

  • Responder
    un plan infinito
    8 octubre, 2023 a las 9:11 pm

    Será que ya soy muy vieja pero estoy harta de ver como imposibles se convierten en posibles…la vida es imprevisible! Y hay cientos de Forrest Gump por el mundo… 🙂

    • Responder
      Patricia Ayuste
      9 octubre, 2023 a las 6:06 pm

      ¡Así es! Cuando has visto cumplirse más de un supuesto imposible, aprendes a confiar en tus posibilidades.

      Un abrazo 🙂

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