Hay mensajes que no dicen nada y palabras que emocionan aunque vayan solas.
Palabras que te llegan directas, te ganan y te arrastran con ellas. Que te involucran y te hacen partícipe. Que te sorprenden como pocas cosas. Que te atrapan sin asfixiar y te enamoran a la primera.
Aunque también hay palabras que se las lleva el viento. Ligeras, vacías, pobres. Llevándose con ellas todo lo que esconden, todo lo que cuentan y todo lo que no se atreven. Todo lo que podrían haber sido, de serlo. Todo lo que aparentaban y que realmente no eran.
Y es que hay mensajes sin sentido y palabras huecas, de las que llenan espacios, personas y silencios. Formalismos para cumplir, frases de relleno y comodines para situaciones incómodas. Sobre los que nadie se suele parar a pensar en ellos.
Y luego están los silencios. Los mismos que se dice que comunican tanto o más que las palabras. El que a muchos espanta o a otros incomoda. El que muchos no lo saben valorar, ni dar la importancia que tiene, y mucho menos interpretar. El que muchos corren a rellenar con lo que tienen más a mano. Por cobrar protagonismo. O por fingir lo que no se es.
Un silencio que no siempre es por no tener nada que decir, sino todo lo contrario. Por querer decir mucho y no saber por dónde empezar. Por no querer decirlo de cualquier manera, a trompicones o quedarte a medias. Por pensar que puede haber un antes de. Por no encontrar las palabras perfectas.
Y es que hay palabras que duelen. Que remueven estómagos, conciencias, sentimientos. Palabras que van directas al corazón, al afecto y al sentido. Que no dejan indiferente. Que ponen nombre a lo que se siente, a los que se resiente y a lo que te reprime. Que sacan de dentro lo que de cualquier otra manera no sale.
Porque a veces reconocer duele y fingir es una salida fácil.
Que hay palabras y silencios que son muro en sí mismos. Murallas difíciles de saltar, puertas cerradas a cal y canto. Que separan y dibujan abismos. Que trazan límites infranqueables y barreras invisibles, pero presentes. Que crean pequeños vacíos que van creciendo con el tiempo. Con la distancia. Con la indiferencia.
Pero también hay palabras que tienen el poder de cambiarlo todo.
Junto a una mirada, un gesto o una sonrisa. O por sí mismas. Palabras que hacen cambiar tu día, tu noche, tu sentido. Palabras que abarcan más y discriminan menos. Que cambian el acento que le pones a las cosas. Que son promesa, de la que devuelve esperanzas. Un futuro por escribir. Un nuevo comienzo cada día.
Palabras que emocionan. Por el momento, por la persona, por venir de donde vienen. De las que en cualquier otro momento o en cualquier otro contexto no serían lo mismo. Las que son un regalo, no un compromiso. Las que te hacen vibrar, te empujan a soñar, te animan a estimar. Que contagian su energía, elevándola a su máximo exponente.
Que una sola palabra te puede animar para tomar impulso y saltar cualquier muro. Te puede motivar a derrumbar los tuyos propios, a dejar de inventarlos. Te puede hacer sonreír sin parar, durante todo el día, ante cualquier expresión por contraria que sea. Y cambiar tu estado de ánimo. Y tu actitud.
Que una palabra te puede ayudar a no cuestionar tanto y juzgar menos aún. A tolerar más aquello que antes te chirriaba, a que te chirríen cada vez menos cosas. A cantar en voz alta aunque no te sepas la letra, a inventar la tuya propia.
Que una palabra te puede ayudar a encontrar las que te faltan. A decirlas todas, incluso más de las que pensabas. Y a filtrar las que nos valgan. A elegir mejor, a dejar un bonito eco de fondo.
Y que nada como hacer lo que se dice. Demostrar las palabras.
Que aunque hay palabras que no dicen nada, y otras que prometen mucho, si no se hacen, no valen. Si no se cumplen, no cuentan.
Que las acciones que hablan por sí solas. Y de ti.
Y que tanto tus palabras como tus acciones pueden cambiar mundos.
Patricia Ayuste.
13 Comentarios
Mckein
5 diciembre, 2016 a las 9:07 pmBrava!!!
Entre suspiros y un café
5 diciembre, 2016 a las 9:39 pm¡Gracias! 😉
Un besote enorme.
belengonzalezal
6 diciembre, 2016 a las 12:53 pmCuando disfrutamos transmitiendo con palabras se nota, y si lo dices con palabras tan acertadas, llega mucho más. Me ha encantado guapa. Feliz día 🙂
belengonzalezal
6 diciembre, 2016 a las 12:54 pmMe quedo con esta frase: “Que una sola palabra te puede animar para tomar impulso y saltar cualquier muro. Te puede motivar a derrumbar los tuyos propios, a dejar de inventarlos”.
Entre suspiros y un café
6 diciembre, 2016 a las 8:40 pm¡Muchas gracias guapa! A veces cuesta más, a veces no te sale como te gustaría, pero al final… sale.
Un besote grande, disfruta de estos días de fiesta 😉
Pepa
8 diciembre, 2016 a las 9:14 amHola Patri! Como entiendo lo que dices, y que poco se aplica. Un beso?
Entre suspiros y un café
9 diciembre, 2016 a las 8:03 am¡Gracias Pepa!
Que tengas un muy feliz fin de semana 😉
elbauldelasvidas
12 diciembre, 2016 a las 3:36 pmHay silencios también que duelen y silencios bonitos. A mí los silencios me gustan mucho, te permiten observar y canalizar bien la energía del momento. Muchas veces me quedo callado mirando y me preguntan: “¿Qué pasa?” Y sencillamente no pasa nada, solo disfruto el momento y la compañía y me encanta ese trance.
Lo que has descrito en tu post se llama crecer como persona, si no me equivoco: tolerar más y que las cosas te chirrien menos. Avanzar y abarcar experiencias. Querer descubrir.
Me ha encantado. Tiene un toque poético este post que me ha gustado mucho.
Un besazo!
Entre suspiros y un café
12 diciembre, 2016 a las 8:53 pm¡Gracias Dani! Gracias por apreciar mis textos y saborearlos 🙂
¡Muy feliz semana!
Gracias – Entre suspiros y un café
31 diciembre, 2016 a las 6:21 pm[…] dónde quiero estar. A decidir dónde echar raíces, dónde realmente quiero estar. Porque las palabras sobran cuando los que siguen ahí, están. A tu lado. Incondicionales. Sin pedir nada a cambio y […]
Instante en instante – Entre suspiros y un café
2 febrero, 2017 a las 7:01 pm[…] que te pierdes el matiz único de cada voz, la calidez de cada persona, la riqueza y el poder de la palabra. Del sentido, los sentimientos y el amor. Perdiéndote tanto, ganando tan poco. Alejando a […]
Arpon Files
19 noviembre, 2018 a las 12:09 amSimplemente sublime!!
Patricia
19 noviembre, 2018 a las 11:18 pmComo sublimes son siempre tus comentarios, ¡gracias!