Entre Suspiros y un Café
Gestión emocional

Yo sólo pasaba por aquí…

Era una tarde cualquiera y sentiste que te habías perdido.

Que el tiempo se había detenido en aquel lugar. Que te habías anclado al suelo y llevabas demasiado sin reaccionar. Sin saber hacia dónde ir, cómo salir o qué pie mover primero.

salida

Que te habías detenido en algún punto indefinido, cuando el cansancio te pudo después de andar y andar. Que el semáforo parecía haberse quedado en rojo. Que por más que cambiara de color, sentías que no podías seguir.

Y no te decidías a cruzar.

Viste pasar a gente. Despreocupada, alegre, apurada. Algunos con las prisas pintadas en el rostro. Otros con la tranquilidad de quien sabe a dónde va o no tiene hora para llegar. Cada uno en su mundo. Cada uno en su camino.

Mientras tú te habías perdido por completo.

Y empezaste a dar vueltas. Una tras otra. Buscando algún indicio de cómo salir de allí. Miraste a izquierda y a derecha. Echaste la vista atrás buscando algunas miguitas que te indicaran el rastro a seguir.

Trataste de volver a orientarte. De pensar en qué punto se había torcido todo. De no desesperarte. Procuraste callar las lágrimas, el miedo y la inquietud. Probaste a imitar a otros, a seguir a quienes parecían saber a dónde iban.

Preguntaste fuera y no obtuviste respuesta.

Hasta que cerraste los ojos y seguiste tu propio instinto. Hasta que perdiste el miedo a haberte perdido y supiste que, tarde o temprano, saldrías de aquella. Que encontrarías la salida del callejón, el paso de peatones, la luz al final del túnel.

Porque la respuesta vino como todo lo que no se espera. De sopetón. Cuando no te preocupaba ni la buscabas. Cuando dejaste de mirar fuera y empezaste a escucharte. A dejarte llevar.

solucion

Cuando dejaste de temer al muro, al semáforo en rojo o a la negrura del túnel. Cuando no te importó dar alguna vuelta de más. Cuando te atreviste a cruzar.

Cuando perdiste el miedo al miedo. Al parón. A encontrarte en un extraño lugar. Cuando empezaste a andar aunque no tuvieras destino y te entraron ganas hasta de volar.

Y fue entonces cuando supiste que no sería la última vez en que te perderías. En aquel o en cualquier otro lugar. Que te pasaría más veces. Y que, siempre, encontrarías la manera de salir.

Que solo pasabas por allí… y que perderte te llevaría a encontrarte.

 

Patricia Ayuste.

 

 

 

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No hay comentarios

  • Responder
    Jaume Vicent
    25 septiembre, 2014 a las 9:06 am

    “Caminante no hay camino”. Desgastamos las suelas, y nos desgastamos buscando un camino. Hasta que aprendemos a caminar, sin dirigirnos a ningún lugar en especial, doblando esquinas sin forzarlas.
    Comenzar el día con estos posts es una maravilla, como siempre, inspiradora.
    ¡Un abrazo!
    Jaume.

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    25 septiembre, 2014 a las 1:10 pm

    Me alegra saber que logro inspirar a la gente que me lee 🙂

    Gracias por tus palabras, siempre son bien recibidas como un soplo de energía.
    Patri.

  • Responder
    Cecil Vedemil
    25 septiembre, 2014 a las 2:18 pm

    Tengo que decirte que la nueva distribucion del blog me gusta mucho. Ultimamente todos los blogs que leo estan haciendo cambios de look… a ver si me decido yo tambien jajaja.

    El ultimo parrafo citando rayuela me ha emocionado mucho, es un libro que nunca acabo de entender, pero me gusta cada palabra de él. Supongo que a veces no es necesario ver “más allá”.

    Yo tambien creo que algun día “la respuesta” me vendra por alguna parte. Quando venga, escribiré un post jejeje.

    Un beso Patri!

  • Responder
    Pedro Fabelo
    25 septiembre, 2014 a las 3:41 pm

    Celebro que al final hayas encontrado tu camino. Disfruta del trayecto. A propósito, Abril es mi mes favorito del año. Saludos.

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    25 septiembre, 2014 a las 8:31 pm

    Claro que sí, la respuesta llega, a veces se resiste, pero yo estoy convencida de que en esos casos es porque va a ser algo tremendamente bueno.

    Me alegra que te guste el nuevo look del blog, lo llevaba en mente hace tiempo hasta que me decidí a cambiarlo 🙂

    ¡Un besote Cecil!

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    25 septiembre, 2014 a las 8:35 pm

    Gracias Pedro. Y sí, disfrutaré del trayecto, aunque no perderé de vista las posibles bifurcaciones 🙂

    Me he quedado pensando, y no tengo un mes favorito jejeje. Me gusta cada mes por alguna cosa distinta, pero ninguno sobresale.

    Un saludo,
    Patri.

  • Responder
    Ein Tag mit Pepa
    26 septiembre, 2014 a las 7:38 am

    asi me gusta, decidida a tus objetivos! No siempre es fácil cruzar el semáforo, un beso!

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    26 septiembre, 2014 a las 12:51 pm

    A veces cuesta, pero hay que arriesgar más por lo que queremos.

    ¡Un beso enorme guapa!
    Patri.

  • Responder
    Marleah Make Up
    27 septiembre, 2014 a las 11:49 am

    Buenísima entrada como siempre. Y que refleja cómo nos sentimos muchas veces en la vida, sin un rumbo claro, sin saber hacia donde dirigirnos. Pero normalmente un día, sin esperarlo todo cambia.
    Besos!

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    29 septiembre, 2014 a las 7:34 am

    Sí, es lo bueno que tiene la vida, que con un poco de esfuerzo, el día que menos esperamos las cosas empiezan a funcionar.

    ¡Un besazo!
    Patri.

  • Responder
    Anónimo
    13 septiembre, 2015 a las 7:32 pm

    Me encanta, espectacular, me ha ayudado muchisimo, me ha hecho reflexionar. Podria copiarlo y ponerlo en mi muro?. Gracias. Saludos

  • Responder
    Entre suspiros y un café
    13 septiembre, 2015 a las 8:31 pm

    ¡Gracias! Me alegra saber que te gusta. Y claro, puedes compartir la historia.

    ¡Saludos!
    Patri.

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