Dicen que un simple mensaje puede cambiarte por completo el estado de ánimo. La sonrisa. Y el día entero.
Y que, muchas veces, no es tanto por el mensaje en sí, sino por la persona que lo envía. Por lo que hay detrás. Por todo lo que supone.
Que hay quienes sueltan lo primero que piensan, sin poner filtros ni entusiasmo en sus palabras. Quienes llaman, escriben o hablan cuando algo necesitan. Cuando algo les falta. O cuando les parece. Y luego, nunca están cuando los buscas.
Pero esos no son los que cuentan.
Hay quienes editan y reescriben una y otra vez hasta dar con las palabras exactas. Hasta sentir que están diciendo lo que en realidad quieren decir. Que les cuesta lanzarse. Que necesitan tenerlas todas consigo. Y que, demasiado a menudo, callan de más.
Mientras que hay quienes no esperan a encontrar el momento perfecto y lo encuentran en cada ocasión que se les presenta. Quienes dicen lo que piensan y piensan todo aquello que dicen. Quienes no esperan a que el tren se vaya para correr detrás de él.
Quienes no dan rodeos y van directos a lo que importa.
Que hay quienes cuentan la verdad, aunque duela. Quienes te dicen lo que necesitas oír, aunque no sea eso lo que quieras. Quienes hacen preguntas que pueden resultar incómodas porque te hagan plantearte que, quizá, las cosas no son como te gustaría.
Que hay preguntas que no deberíamos contestar. Y respuestas que dan pie a conversaciones que ya sabemos a dónde nos llevan. Pero aun así, nos dejamos llevar por yo-qué-sé-qué y nos lanzamos a la piscina. O sí lo sé, por la curiosidad, la misma que dicen que va matando gatos.
Todo o nada. Nos arriesgamos a contestar. Dicen que quien no arriesga no gana.
Que hay mensajes que no dicen nada en absoluto. Ni sus palabras. Ni quién las transmite. Que te dejan hasta indiferente.
Mientras que hay conversaciones que se quedan en la memoria. Esas en las que los puntos suspensivos adquieren significado propio y lo que no se dice tiene más valor que lo que sí. Esas que comienzan dubitativas y acaban revelando todo, todo.
Palabras que lo dicen todo. Personas que cambian tu mundo.
Que hay mensajes que tardan, pero que siempre llegan en el momento oportuno.
Patricia Ayuste.
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Ara
7 enero, 2015 a las 11:32 amMe he sentido muy identificada con tu entrada. “Y si…” siempre la misma pregunta sin respuesta, parece que nunca se avanza o como tu bien dices se retrocede.
Pásate por mi blog cuando tengas un rato, me encantaría conocer tu opinión http://cartasquesiempreespere.blogspot.com.es
Pedro Fabelo
7 enero, 2015 a las 1:36 pmPues eso, “Hola, ¿qué tal estás? ¿Qué hay de nuevo en tu vida?”. (Es broma). Saludos, Patricia.
Marleah Make Up
7 enero, 2015 a las 2:24 pmUyuyuy, me quedo con ganas de saber más. Quién es ese chico, cómo acabó la conversación… Esas cosas de chica curiosa.
Me ha encantado la entrada. Mucho sentimiento transmitido y verdades como templos. Cuantas cosas quisiéramos decir muchas veces y no nos atrevemos. Cuánto escribir y borrar hasta encontrar la frase perfecta.
Besos!!!
Ein Tag mit Pepa
7 enero, 2015 a las 4:05 pmya vuelves que vuelves con mucha fuerza, me encanta!
Jaume Vicent
7 enero, 2015 a las 4:47 pmEsas conversaciones de las que hablas son mágicas. Y, a pesar de lo que dicen las películas pastelosillas, ocurren una o dos veces en la vida. Son raras avis, y la verdad es que resultan maravillosas tal cual son. Si hubiera demasiadas, si tuviésemos muchas, entonces dejarían de ser especiales y serían pura cháchara, sin más. Yo he tenido un par de esas, y las recuerdas para siempre.
En cuanto a los sms, yo soy de los que todavía los usa. No me gusta Whatsapp, lo tengo, como todos, pero apenas lo uso. No soy yo de redes sociales. El que quiera “falar” conmigo que me invite a un café, que yo gano en las distancias cortas (como la Brummel ¡jas, chistaco!)
Un abrazo, Patri. Sigue así!
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 8:49 pmMe alegra que te haya gustado.
¡Un saludo!
Patri.
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 8:50 pm¡Hola Pedro! Qué alegría verte por aquí de nuevo tras estos días. Espero que hayas pasado unas buenas fiestas.
¡Un saludo!
Patri.
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 8:51 pm¿Un café y hablamos? Que desde el día 1 que no te veo ya te echo de menos 😉
¡Un besazo guapa!
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 8:52 pm¡Gracias guapa! Y sí, vuelvo con mucha energía después de unas estupendas fiestas 🙂
¡Un besazo!
Blue Butterfly
7 enero, 2015 a las 8:55 pmMe gusta mucho. Es muy real. Es increíble como un mensaje piede cambiarnos el estado de ánimo, hacer que tengas dudas, hacernos pensar que poner.
Me ha gustado mucho, :).
Blue Butterfly
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 9:01 pmEn las distancias cortas y en la bitácora ;). Las redes sociales al final es como todo, depende del uso que le des, ni todo es bueno ni todo es malo.
¡Un beso Jaume! En breve, colaboración que cuelgo 😉
Entre suspiros y un café
7 enero, 2015 a las 9:03 pm¡Gracias! Y es increíble también como un mensaje como el tuyo es capaz de motivarme tanto 😉
¡Un beso!
Patri.
Erika Martin
9 enero, 2015 a las 5:50 pmHola Patri,
me encanta esta entrada, me siento totalmente identificada con ella … ¿contesto? ¿no contesto? ¿y si? … ay
Besazos
piensoenamarillo
9 enero, 2015 a las 6:12 pmMe quedo con lo último: “Sentimientos, no hechos”. Yo también me he sentido identificada, pero supongo que es lo normal, parece que le pasa a todo el mundo jajaja Somos poco valientes y nos falta seguridad para dar el paso a veces.
Un saludo 🙂
Claudia
Laura Zalve
9 enero, 2015 a las 7:05 pm¡Me ha encantado muchísimo!
Un abrazo y espero que todos esos “Y si…” este año 2015 queden resueltos 😀
Entre suspiros y un café
10 enero, 2015 a las 10:57 am¡Hola Erika! Veo que es más común de lo que creía el dudar ante ciertas llamadas/mensajes… 😉
Un beso enorme 😉
Entre suspiros y un café
10 enero, 2015 a las 11:00 am¡Hola Claudia! Pues sí, a veces nos cuesta demasiado dar el paso, sin saber lo que nos perdemos…
¡Un beso y feliz año!
Patri.
Entre suspiros y un café
10 enero, 2015 a las 11:01 am¡Gracias Laura! Y bienvenida 😉
A ver si es verdad y nos atrevemos a no quedarnos con ningún “y si…” guardado este año.
¡Un beso!
Patri.
Sonia Guzmán
15 enero, 2015 a las 8:43 pmCuánta razón acabo de leer!! Una maravilla de blog por cierto…sigue así! ;D
Entre suspiros y un café
16 enero, 2015 a las 8:08 amMe encanta comenzar el vienes con un comentario tan bonito. ¡Gracias a ti, Sonia!
Un beso muy fuerte,
Patri.
Revototal
21 enero, 2015 a las 2:42 pmQué bonito, qué real… He entrado en tu blog por casualidad y me ha encantado.
A partir de hoy tienes una nueva seguidora ?
Entre suspiros y un café
21 enero, 2015 a las 5:51 pm¡Pues cómo me alegro! Bienvenida al blog 😉
Un saludo,
Patri.
Un Café Bombón
26 enero, 2015 a las 1:02 pmguaaaau! qué manera de contarme a mí mi propia historia… aunque por suerte le encontré respuesta a esos “Y si…” endemoniadamente retóricos.
Gracias!
https://uncafebombon.wordpress.com/
Entre suspiros y un café
26 enero, 2015 a las 9:21 pmY bien que haces de dar solución a los dichosos “y si” que a todos nos surgen.
Feliz lunes y feliz semana,
Patri.